Musa de mis sueños,
golondrina esquiva,
se mi hada, se mi guía.
¡Nunca huyas de mi mente de poeta!
Se mi norte
que, sin ti, no viviría.
Mi reclamo en este mundo
eres tu, mi golondrina,
mi vuelo audaz
más allá del mundo onírico,
más allá de cualquier temeridad.
Golondrina esquiva,
se mi norte, se mi guía;
dame fuerzas para volar
más allá de las sombras
que iluminan nuestras vidas.
Contigo, el paraíso;
sin ti, mi hada, el castigo
de una realidad prosaica.
Bella musa de la poesía,
¡rescátame del rigor de la desilusión!
Las flores que te adornan
embellecen a aquél que te adora;
madre poesía, se mi norte,
se mi golondrina, el hada
que guíe mis pasos
y que me haga comportarme
como un ser humano.
Maria Oreto Martínez Sanchis