dissabte, 12 de febrer del 2011

VENENO

En tu corazón anida una víbora traidora


Que espera el amanecer para inyectar su veneno.

El Espíritu Supremo me socorra en mi agonía

Y ahuyente de mi pobre alma el dolor que no deseo.



En la cárcel de tu amor un día estuve prendida,

Pero escapé sorprendida por tu extraño proceder.

Y es que tu amor no curaba las ansias de mis anhelos

Sino que era el motivo de mi absurdo padecer.



Amor que huye, no ama, no entrega todo su ser.

Nunca más, mujer ardiente, acepte tanta desdicha,

Que el hombre que no labora, que no conoce el calor,

Sólo es calma de unas horas que no la infinita dicha..



Víbora enhiesta viniste en busca de mi pudor

Lo engañaste presurosa y firmaste tu traición.

Con veneno me sembraste, artero y sin avisar,

Vete a tu casa y no vuelvas, nunca olvidaré tu acción.



Calendarios se han mudado desde que te conocí,

Mil noches de sueño y llanto ahogaron mi bondad.

Ahora que ya no te escucho y soy dueña de mis besos

Lanzo mi clamor al cielo, culpable de la maldad.