LA PLAZA DEL AMOR (reto)
Ovillada en mis sueños, pienso en ti,
en tu dulzura de sabor a menta,
en las caricias que mi mente inventa
para suplir los besos que perdí.
Y es que tus labios eran para mí
el resplandor que aparta la tormenta
el desvarío en una noche lenta,
pletórica de gozo carmesí.
Mecida por la luna de mi sueño,
la mujer poderosa que me abraza
me alienta a recobrar tu sensual leño.
Arrebujada jugaré mi baza
y en el amor pondré todo mi empeño
hasta lograr recuperar tu plaza.
Maria Oreto Martínez Sanchis